PERSPECTIVAS DEL AÑO 2025
- José Bernardo Gomez
- 7 ene
- 4 Min. de lectura

EL AÑO DE LAS EXCENTRICIDADES
Te ofrezco una visión general del nuevo año 2025, en el que nuestro planeta dará otro giro completo alrededor del Sol. Las condiciones del Cosmos para este período, pueden favorecer tus potencialidades para alcanzar las metas que te propones, o también dificultar tus logros en este período. Conocerlas con antelación nos prepara para enfrentar los nuevos desafíos con las mejores herramientas. Tienes la oportunidad para aceptar con paciencia lo que no puedes cambiar y motorizar con optimismo respuestas adecuadas al momento que ahora te toca vivir.
UN AÑO NUEVE
El nuevo año 2025 corresponde a la simbología numerológica del nueve, ya que la sumatoria de todos sus dígitos da esa cifra (2+0+2+5 = 9). Este número representa la totalidad y la integración, el último nivel antes de pasar a una nueva etapa vital. Se presentarán las oportunidades para hacer balances, evaluar y sacar conclusiones, antes de pasar a un nuevo estadio en el desarrollo de la vida personal. |
SERPIENTE DE MADERA
En la milenaria cultura china se identifica el año 2025 con el símbolo de la Serpiente. Este animal invertebrado, que se arrastra por la tierra, extrayendo de ella toda su vibración telúrica, invita al movimiento zigzagueante y sigiloso para reconocer la realidad y escapar del peligro, trazando una estrategia con astucia y rapidez. El elemento Madera le otorga habilidad para crecer en medio de las dificultades, afianzado en la tierra y nutriéndose de ella. Tiempo para vencer en medio de las adversidades. |
LA DINÁMICA ASTRAL DEL NUEVO AÑO 2025
El nuevo año comienza con Luna Nueva, cuando nuestras dos luminarias, Sol y Luna, estén transitando por el signo de Capricornio. El arranque del ciclo anual coincide esta vez con el nuevo ciclo lunar, estando la madre Luna muy cerca del padre Sol, cuando sólo es posible verla durante poco tiempo por encima del horizonte occidental, en momentos en que el brillo solar desaparece, en su agónico ocaso. Tal condición de nuestra Luna nos incita a la renovación de nuestras intenciones e intereses para los venideros doce meses.
La oscura noche sin luna con que termina el bisiesto año 2024 nos invita a abrigar nuevas esperanzas e ilusiones para la repetida vuelta al Sol que daremos en nuestra querida nave espacial, la Tierra, mientras se aventura por la autopista sideral.
El nuevo año comienza con Marte, el planeta de la guerra, en condición retrógrada desde Leo en muy conflictiva alineación con Plutón, ubicado en el extremo opuesto del cielo (Acuario). Un par de semanas después estará enfrentado con el Sol, cuando haya regresado a los últimos grados de Cáncer. Ambas tensiones del retrógrado Marte, con Plutón y Sol, apenas se inicie el año, inciden en las luchas y pérdidas que ocuparán nuestra mente, creando ofuscación y rabia, obligándonos a reprimir los impulsos agresivos y las conductas violentas. Será un período muy exigente de regeneración y preparación para abordar lo desconocido y asimilar la necesidad de un inacabable reordenamiento de las estructuras de poder.
Los cuatro eclipses del año (dos totales de Luna y dos parciales de Sol) ocurrirán durante sendos períodos equinocciales, en los meses de marzo y septiembre, cuando se perciba más la carencia del equilibrio y se requiera mayor ponderación en la toma de decisiones. Tiempo de confusión que nos obligará a ser más acuciosos, desconfiados y prudentes porque la inclinación natural será hacia la impulsividad y la desmesura.
Los nodos lunares cambian de signo, pasando desde el mismo primer mes del año al eje Virgo-Piscis, lo que indica la cualidad de los cambios que oscilan entre la tendencia escrutadora y crítica propias del signo de la virgen al extremo del idealismo, la evasión, el romanticismo, la dispersión y la confusión, característicos del signo de los peces.
Este año se produce un fenómeno extraordinario porque todos los planetas que tienen sus órbitas más alejadas del centro solar y de nuestro planeta Tierra (Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón) cambian su estancia de signo zodiacal: Neptuno pasa a Aries (30 de marzo), Saturno también ingresa en Aries (25 de mayo), Júpiter se introduce en Cáncer (9 de junio), Urano llega a Géminis (7 de julio), y 40 días antes de que terminara 2024, Plutón se adentró en Acuario.
La confluencia de tantos astros exteriores y lentos modificando su hábitat zodiacal supera con mucho la normalidad de los cambios energéticos anuales, lo que presagia que estamos a las puertas de una nueva era en el manejo de la energía planetaria, lo que anuncia cambios sin precedentes en la geopolítica mundial.
A las consideraciones anteriores hay que sumarle otros tres hechos muy atípicos:
1.- Formación de un Super Stellium, es decir, la congregación de al menos 5 astros en un muy reducido espacio sideral (20º) por un tiempo prolongado (como no ocurría desde hace más de 31 años), lo cual coadyuba a crear una mezcla especial de energías sutiles desconocidas, en los primeros meses del año;
2.- Retrogradación de dos planetas personales (Mercurio y Venus) de forma simultánea y transitando por idéntica zona zodiacal (Aries y Piscis) en los meses de marzo y abril, que lleva a prever momentos de mucha incertidumbre sobre la imaginaria resolución de los conflictos para entonces;
3.- Concentración de dos cualidades energéticas contrarias, como son las de Saturno y Neptuno, en la frontera entre Piscis y Aries.
El significado de estos tres eventos en una misma zona y momento impulsa una fuerza alteradora del orden establecido, que tenderá a expresarse de forma caótica.
En síntesis, el movimiento cósmico durante este año 2025 nos coloca en una situación que pareciese estar fuera de control, agudizando los conflictos y demorando las posibles soluciones. Es el momento de la acción serena y de la aceptación, nos corresponde participar en las transformaciones de orden interno y personal, contribuyendo a la evolución de la Consciencia Planetaria.
Comments